Gas LP en México: Un desafío para la población el acceso a este recurso fundamental.

En México sigue existiendo población que no tiene acceso al gas lp (gas licuado de petróleo). Es un reto y al mismo tiempo una oportunidad para las organizaciones del sector.

Arq. Pablo Nájera

7/8/20252 min read

¿Quién se atreverá a construir el futuro energético en las regiones olvidadas?

En pleno siglo XXI, millones de personas en México todavía enfrentan un reto mayúsculo: el acceso limitado o nulo a un recurso energético fundamental para su vida diaria, el gas LP. A pesar de que este combustible es utilizado en el 70% de los hogares mexicanos para cocinar, calentar agua y generar calor, hay comunidades —especialmente rurales o de difícil acceso— que siguen dependiendo de métodos precarios como la leña, el carbón o incluso residuos agrícolas para cocinar sus alimentos.

Acompáñanos, descubre porque sigue siendo un desafío pero también una oportunidad de negocio el llevar gas lp a toda la población del país.

Una brecha energética con consecuencias profundas.

Esta desigualdad energética no solo limita las posibilidades de desarrollo de estas comunidades, también tiene implicaciones graves en su calidad de vida. Sabemos bien que el cocinar con leña, por ejemplo, incrementa los riesgos de enfermedades respiratorias, genera altos niveles de contaminación dentro del hogar y perpetúa condiciones de pobreza energética. Además, implica una pérdida de tiempo y esfuerzo para las personas, principalmente mujeres, que deben recolectar leña diariamente.

El problema es estructural, pero también logístico y técnico: muchas veces no existen rutas comerciales ni infraestructura básica para llevar gas LP de forma segura y eficiente a estas zonas. Y aquí es donde comienza la otra cara de la moneda.

Un mercado desatendido… y lleno de oportunidades.

El rezago en el acceso al gas LP no solo es un problema social, también representa una enorme oportunidad de negocio para empresas, cooperativas o emprendedores visionarios que logren resolver este reto con soluciones innovadoras y sostenibles.

Estamos hablando de un mercado potencial de cientos de miles de personas que estarían dispuestas a acceder a este recurso si las condiciones lo permitieran. El reto está en hacerlo viable técnica, legal y económicamente.

Ya existen organizaciones ejemplares que han logrado llevar gas LP a regiones apartadas, implementando estaciones para carburación, centros de distribución comunitarios, sistemas de cilindros intercambiables o alianzas con gobiernos locales. Estas iniciativas están transformando realidades y al mismo tiempo consolidando nuevos modelos de negocio.

La clave: innovación y proyectos de alta ingeniería.

La implementación de este tipo de proyectos en zonas vulnerables no se puede dejar a la improvisación. Se requiere de una planificación técnica rigurosa, cumplimiento normativo, gestión de permisos, estudios de impacto social (entre otros más estudios) y una infraestructura construida bajo altos estándares de seguridad.

Contar con asesoría profesional en ingeniería especializada es la diferencia entre un proyecto exitoso y uno que se convierte en un riesgo para la comunidad o para los inversionistas.

En Prometeo Energos, hemos comprobado que cuando se unen visión empresarial, compromiso social y experiencia técnica, es posible construir soluciones energéticas que cambian vidas y al mismo tiempo abren nuevas rutas de negocio.

Conclusión.

México necesita más organizaciones que se atrevan a invertir en donde otros ven únicamente dificultades. La expansión del gas LP en zonas marginadas es tanto un imperativo social como una oportunidad estratégica.

Con la asesoría adecuada, las herramientas existen: estaciones de carburación, estaciones para picteleo, rutas de distribución seguras, alianzas con gaseras regionales, etc.

¿Quién se atreverá a construir el futuro energético en las regiones olvidadas?